martes, 26 de abril de 2016

LIFE IS PAIN

Imaginad.
Madrid, 2016.
Una pareja en una sala de espera de un hospital.
Están operando a la madre de ella.
La operación no es muy grave pero sí complicada.
La sala de espera está llena.
Varias operaciones más o menos graves...

Estos días en casa de los ángeles de papi están siendo muy estresantes. Al cansancio del día a día, se ha unido que queda poco para la comunión de la peque mediana (con los preparativos que esto conlleva), más la planificación de un viaje para asistir a una boda de una amiga. Y por si esto fuera poco, a la madre de mi Santa le han operado la semana pasada.

No vamos a entrar en los pormenores de la operación. En teoría no era una operación a vida o muerte, pero sí era complicada. Como también lo será la recuperación. Las más de cuatro horas de operación te dan para sentir y pensar en muchas cosas.

Estás rodeado de personas extrañas que están como tú, esperando que todo aquello acabe y que lo haga de la mejor manera posible. En tantas horas da tiempo a que otras operaciones menos graves y más cortas se realicen. Ves salir a doctores y enfermeras llamando a "los familiares de fulano" y contarles como ha ido todo.

También ves como a "los familiares de mengano" les pasan a un despacho y cuando salen, se abrazan llorando de alegría porque todo ha salido bien. En cambio, "los familiares de zutano" salen también llorando, pero no de alegría. Se abrazan con otros familiares que no han entrado pero que viendo aquello se temen lo peor.


Y tú sientes que aquello no está bien. Que no se pueden dar así las noticias, que el dolor debería ser más privado. Porque justo los que han salido antes y estaban tan contentos, ahora tienen que contener su alegría por no molestar.

Y nosotros mientras, esperando ser de los que lloran de alegría. Cuando nos llaman, entran en la sala mi suegro, mi cuñada y mi Santa. Agudizas un poco el oído y captas risas al otro lado de la puerta así que intuyes que todo ha ido bien. Y efectivamente, salen con lágrimas en los ojos pero de alegría.

Al final, la operación en sí fue bien, pero ha surgido un problema colateral que nos tiene preocupados, pero que esperamos que ahora que por fin lo han localizado (a veces no os da la impresión que la medicina es hacer prueba y error) todo acabe bien y el día de la comunión estemos todos juntos riéndonos de estos días tan estresantes.

2 comentarios:

  1. Esta es una situación que me toca de lleno pues también pase por un trago parecido era la comunión de tu sobrina y también estábamos esperando a que me dijeran si podía salir del hospital o no y ta ves 20 años después lo recuerdas como una anécdota de tu vida, así que esperemos qye todo salga bien y lo recordemos como una anécdota más. Hay que tener fuerza y ser siempre positivos.

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