martes, 5 de diciembre de 2017

QUE BIEN FUNCIONAS COMO RECUERDO

Sí queridos amigos, vuelvo a usar a Love Of Lesbian para dar contexto a un post. En este caso, parte de la letra de la canción El Poeta Halley que me cautivó desde el primer momento que la escuché.




Hace un par de años, justo cuando cumplí los cuarenta escribí un post con las cosas que me gustaría cambiar de mi personalidad, de mi día a día. Justo hace un año, escribí otro post (que fue el post del día en el podcast Buenos días Madresfera cuando todavía el programa no era mainstream como ahora) haciendo balance de todas esas cosas que quería cambiar o conseguir. El balance no fue muy bueno. Recuerdo que aquellos días arrastraba un pesimismo brutal con esta sociedad que estamos construyendo para nuestros hijos y que no sé muy bien como, logré desterrar (el pesimismo, porque la sociedad no ha mejorado ni mucho ni poco).

Y hoy, justo cuando cumplo los cuarenta y dos, voy a hacer mías estas palabras

Ahora escuchamé, ya he encontrado la palabra justa. 
Mejor prepárate, tiene algo que a todos asusta. 
Sí, la voy a soltar, la quiero soltar... 

Pronunciaré ESPERANZA

La gritaré por dentro si es lo que hace falta. 
La escribiré mil veces, me alejaré de espaldas. 
Quizás de repetirla algo me quede. 
(...) 
QUÉ BIEN FUNCIONAS COMO RECUERDO





La otra mañana, mientras nos preparábamos para ir al trabajo (los papis) y al colegio (las peques) sonó esta canción en la radio.  Todos los que tenéis hijos sabéis lo estresante que son algunas mañanas que vas corriendo para intentar salir a la hora y nuestros peques van despacio porque no entienden (o no les importa) que hay que salir a la hora. (Todos vivís también estos momentos, ¿no? ¿o solo nos pasa a nosotros?). Esa mañana era de esas, hasta que sonó la canción y mi Santa y yo nos miramos recordando el concierto de Love Of Lesbian de unas semanas atrás y nos dimos un súper beso que nos hizo olvidar el estrés mañanero (y nos hizo ir al trabajo con una sonrisa de oreja a oreja).

Otro ejemplo de recuerdo que me va a servir estos días. Anoche al acostarme tenía una nota de mi peque mediana deseándome un feliz cumpleaños. Con ese mínimo acto, me dormí contentísimo.

Y esa es mi propuesta para este año, quedarme con esos pequeños recuerdos que me hacen ver lo afortunado que soy. Y sabiéndolo, puedo compartir mi felicidad, mi optimismo, mi esperanza con los demás. Bueno, mejor que compartir, diré contagiar. Como dice esa genial frase, que la mayoría atribuye a Eduardo Galeano, aunque a mí en el colegio creo que me dijeron que era de San Juan Bautista de La Salle (Sí fui a un colegio de La Salle) "mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo".

2 comentarios:

  1. Me ha encantado.. Digo contagiado.


    Felicidades compa!

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno y una gran filosofía. Ojalá pudiéramos recordar todos esos pequeños momentos y gestos, seríamos más felices :)

    ResponderEliminar